Entre los 9 y 13 años, una niña fue abusada por su
padrastro, que llegó a violarla mientras le apuntaba con un arma de fuego y la
amenazaba con asesinarla a ella y a su madre. Ayer, durante el juicio, el
hombre aceptó la responsabilidad y ahora resta definir la pena en los próximos
días.
El debate oral a puertas cerradas se realizó ayer y
los detalles del caso brindados por la fiscalía terminaron acorralando a la
defensa, y tras un acuerdo de parte el hombre, aceptó declararse culpable.
La víctima es una niña que padeció los abusos
cuando el hombre convivía con ella y con su mamá. Durante esos años, las
violaciones se repitieron un número indefinido de veces, pero entre los 10 y 12
años se registraron al menos cuatro abusos sumamente violentos.
El fiscal Rómulo Patti explicó en el juicio que en
dos oportunidades fueron en el domicilio que compartían en un barrio de Neuquén
y los restantes, en el vehículo particular del hombre.
El funcionario judicial relató que los ataques los
llevaba a cabo bajo amenaza con arma de fuego, diciéndole que de negarse, iba a
matarla a ella y a su mamá. Las violaciones y amenazas mantuvieron a la pequeña
sumergida en el miedo.
Finalmente, cuando se produjo el develamiento (ver
recuadro), la mamá decidió separarse del hombre y denunció el caso ante la
Justicia. Esto fue en 2013.
Las pericias médicas y la entrevista en cámara
Gesell confirmaron los dichos de la pequeña y la causa avanzó y fue elevada a
juicio por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, con acceso carnal
(reiterado) agravado doblemente por la situación de convivencia preexistente
con la niña y por su condición de guardador.
En medio del juicio, el hombre reconoció la culpa y
tras un acuerdo entre la fiscalía y la defensa, ahora las partes tendrán que
definir la pena de prisión que le corresponde frente a semejante episodio.
De acuerdo con el Código Penal, la condena por este
delito arranca en los 8 años de prisión efectiva. Esa es la base de la pena que
se espera le dicten al abusador.
La niña, que hoy es una adolescente, está con
tratamiento psicológico para sobrellevar la dramática situación que le tocó
vivir.
Develamiento: Se lo contó a la pareja de su papá
La pequeña tenía tanto miedo de que el padrastro
les pudiera hacer daño tanto a ella como a su mamá, que guardó silencio durante
mucho tiempo.
Cuando se quedaba con su papá biológico y su
pareja, la niña se relajaba un poco. En esos encuentros la pequeña fue entrando
en confianza con la mujer que compartía la vida con su padre y un día que no
soportó más rompió en llanto y develó la dramática historia. (LMNeuquén)
PUBLICADO EL 18/08/16
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