La Legislatura de Río Negro, junto a la Asociación Pensamiento Penal (APP), la Fadecs, el Colegio de Abogados de General Roca y el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip), realizó en General Roca el primer simulacro de juicio por jurados.
La actividad se desarrolló en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Universidad del Comahue y contó con gran participación de alumnos, docentes, abogados y magistrados.
Alumnos de la carrera de Arte Dramático del Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA) personificaron los actores del juicio simulado. A su término, se realizó una evaluación del proceso y se analizaron los beneficios de contar con un sistema judicial que incluya la participación de los ciudadanos.
La legisladora Tania Lastra expresó que la experiencia colmó sus expectativas por el alto grado de participación, ya que se necesitaban 12 miembros para el jurado y se inscribieron 76 para participar.
“Hoy la gente está hablando permanentemente de la justicia y sobre todo habla de que un cambio, en la línea en que se está llevando adelante ahora en Río Negro, sería absolutamente positivo”, señaló.
La legisladora se refirió a la positiva participación de las personas de la vida común en los juicios, consideró que “traen un grado de imparcialidad dado por la mirada del ciudadano común”.
Por su parte, el doctor Mario Juliano, que participó como juez en el simulacro, aseguró que el juicio llevado a cabo “es la cabal demostración que el pueblo de Río Negro está preparado para ser jurado, simplemente resta la decisión política por parte de los poderes públicos de dar cumplimiento al mandato constitucional, implementar el juicio por jurados, que estoy seguro va a contribuir a una sociedad más participativa, a una república más democrática y esperemos que Río Negro, a la brevedad, se sume a esta corriente que está atravesando la República Argentina”.
También hizo su evaluación el doctor Maximiliano Breide Obeid, quien cumplió el rol de fiscal en el juicio. Resaltó el compromiso cívico de quienes han querido integrar los jurados voluntariamente y consideró que “se deben desmitificar un montón de cuestiones que tienen que ver con que los jurados siempre condenan, acá se vio claramente, se expuso un caso que cualquier otro juez profesional hubiera condenado, y el jurado tuvo su debate riquísimo entre quienes estuvieron de acuerdo y quienes no, y llegaron a un veredicto final y nadie discutió más y ahí se acabó y eso es lo que le da legitimidad al proceso”.
Según Breide Obeid, “si hubiera dictado ese fallo un juez profesional, hoy estaríamos, y mañana, y el mes que viene, y así todo el año, discutiendo si está bien o no lo que hizo el juez. Es la voz del pueblo y el pueblo habló y se expresó a través de un veredicto de inocencia”.
Otro de los participantes de la experiencia fue el doctor Juan Manuel Coto, como Defensor. Tras la prueba observó que “en el juicio por jurado es el Estado que le está pidiendo autorización a sus ciudadanos justamente para hacer una intromisión en la vida de alguien, que es de lo más grave, como imponerle una pena, es decir que los ciudadanos están por encima de cualquier Estado y de cualquier juez, ese es el presupuesto ideológico fundamental del jurado, mas allá de otras virtudes que tenga, creo que esto fue muy enriquecedor y que todos los que participamos a partir de hoy somos más conscientes de ello”.
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