En el proyecto de ley de presupuesto de
2015, el último de la gestión de Cristina Kirchner , el Gobierno trazó para el
año próximo un panorama tan optimista como inverosímil, según la oposición. En
efecto, prevé una fuerte desaceleración de la inflación al situarla en un 15,6%
anual, cuando el propio Indec proyecta un 21,3%; estimó un tipo de cambio de
9,45 pesos por dólar, apenas un peso más que la cotización oficial actual, y
proyectó que la economía, hoy jaqueada por un menor nivel de actividad en casi
todos los rubros, crecerá del 0,5% al 2,8% anual.
Según publica el diario La Nación en su
tirada de hoy, el Gobierno estima que el año próximo se reducirá drásticamente
el déficit financiero (del 4,02% al 1% del PBI) y que el resultado primario
(sin pago de deuda) será positivo en un 1,02%, cuando 2014 cerrará con un rojo
de 79,5 mil millones de pesos.
Toda la oposición calificó de
"dibujo" al proyecto de ley oficialista. No sólo por las proyecciones
previstas para el año próximo, sino también por cómo el ministro de Economía,
Axel Kicillof, que presentó la iniciativa ayer en el Congreso, debió borrar con
el codo las proyecciones que había hecho para este año.
El desajuste mayor se observa en el PBI:
para 2014 se previó un crecimiento sideral del 6,2%, y el ministro debió
admitir que, finalmente, sólo se crecerá medio punto. El funcionario atribuyó
esta situación al "bajo dinamismo en la economía mundial"
(principalmente en Estados Unidos, China y Brasil), que provocó una baja en las
exportaciones del país, como así también a las crecientes compras de petróleo y
gas al exterior. "Los analistas esperaban que 2014 sería el año de la
recuperación, pero nos encontramos con un segundo semestre sumido en el pesimismo
y los productos argentinos están sufriendo este debilitamiento", admitió
Kicillof.
La inflación es otra de las pautas
macroeconómicas en la que el Gobierno debió reconocer su error. En efecto, para
todo este año se había previsto una inflación anual del 9,9%, cuando las
consultoras privadas la estiman en un 40%. Ayer, Kicillof debió reconocer que
se situaría en 21,3%, índice que todavía aparece utópico si se considera que,
hasta el mes pasado, la inflación acumulada es del 18,4 según el Indec.
Kicillof enfatizó ante los legisladores
que espera que el año próximo "continúe la desaceleración de la inflación
que se viene expresando en los últimos meses". "A partir de marzo
hubo una reducción de los precios que se consolidó en junio y se prolongó en agosto",
dijo.
Si bien el nivel del gasto subiría, según
el proyecto oficial, un 13,2% en promedio, hay dos finalidades que
experimentarán un incremento superior: las partidas destinadas a la
administración gubernamental (25,4%) y los servicios sociales (25,3%). Dos
áreas muy relevantes en un año electoral.
Por otra parte, el pago de los servicios
de la deuda pública se incrementará en forma más moderada (un 15%), aunque el
Gobierno prevé aumentar en unos 2000 millones de pesos el Fondo de
Desendeudamiento, que alcanzará los US$ 11.889 millones el año próximo. Con
este fondo, el Gobierno insistirá en pagar a los bonistas reestructurados.
Asimismo, se faculta al Ministerio de
Economía la emisión y colocación de Letras del Tesoro por 19.000 millones de
pesos como garantía por las adquisiciones de combustibles líquidos y gaseosos,
la importación de energía eléctrica, la adquisición de aeronaves y otros
rubros.
Desde la oposición cuestionaron estas
previsiones. "Asistimos al duodécimo dibujo presupuestario del Gobierno:
una increíble tasa de inflación del 15% cuando no baja del 30%; un dólar de $
9,45 cuando ya el dólar de importación se ubica encima de los $ 13, y un
incremento de exportaciones y de saldo comercial que no tiene
explicación", criticó Claudio Lozano (Unidad Popular).
"Los funcionarios del Gobierno son
los pregoneros de la farsa y la mentira. Prometen equilibrios que nunca
cumplen. Aprueban el presupuesto y después gastan a lo loco, hasta donde se les
da la gana", advirtió Margarita Stolbizer (GEN).
Por su parte, el diputado Fernando
Sánchez (Coalición Cívica) sostuvo que Cristina Kirchner "es la presidenta
de la mentira", mientras que el jefe del bloque radical, Mario Negri,
enfatizó que la iniciativa oficial "está cargada de voluntarismo y está
alejada de la realidad."
"Gastan mucho más de lo previsto,
amplían las partidas usando las facultades extraordinarias, prevén la inflación
y el tipo de cambio sin vínculos con la realidad. Todo esto es una gran
ficción", asestó Alberto Asseff (Frente Renovador).
LOS NÚMEROS DEL PRÓXIMO AÑO
Las proyecciones del Gobierno en el
presupuesto
2,8%
Crecimiento
Es el crecimiento del PBI que proyecta el
Gobierno para 2015, sin el pago del cupón PBI. La estimación de mínima es de
0,5%.
15,6%
Inflación
El Poder Ejecutivo considera que el año
que viene habrá menos inflación que este año.
$ 9,45
Dólar
Es el valor para el dólar que se fijó en
el presupuesto.
Recursos y gastos
El Gobierno prevé un total de recusos por
$ 1.298.326,7 millones y gastos totales por $ 1.347.844,6 millones. También
prevé un superávit primario de 1,02 puntos de PBI.
1%
Déficit financiero
Contabilizados los pagos de deuda
previstos para el año que viene, el déficit financiero alcanzará a un punto del
PBI, según las previsiones oficiales.
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