La semana pasada, el Superior Tribunal de Justicia de la
provincia (STJ) se encargaba de revelar las últimas estadísticas de los
juzgados de Familia, que exhiben un preocupante crecimiento de causas año tras
año. Una de las consecuencias no deseadas de este fenómeno son los recursos que
destina una fuerza como la Policía provincial que, por ejemplo en Cipolletti,
tiene a 80 mujeres y hombres movilizados para el cuidado de las víctimas de violencia
de género.
En concreto, los agentes cumplen los controles rutinarios de
prohibición de acercamiento de hombres denunciados por sus ex parejas. De
acuerdo con fuentes policiales, en la ciudad hay en la actualidad unas 20
mujeres en riesgo, y la Justicia local determinó por este motivo un rondín
preventivo.
Al igual que con los presos beneficiados con salidas
transitorias, desde la Policía se sugiere la urgente implementación de las
tobilleras o pulseras electrónicas para monitorear a los agresores. De esta
forma, se evitan también las molestias a las víctimas y una especie de
vigilancia molesta de sus movimientos. “El esfuerzo de la Policía se ha
quintuplicado”, reconocieron las fuentes, en referencia a las tareas que
desarrollan a diario en las principales ciudades de la provincia.
Todo indica que la situación actual podría agravarse. Desde
el Poder Judicial se advirtió que “las causas en el fuero (de Familia)
mantienen una tendencia incremental año tras año y los datos ratifican que las
causas de violencia familiar, enmarcadas en los expedientes vinculados a la Ley
3040 conforman casi el 50 por ciento de la temática actual del fuero”.
Entre los casos más recientes, se da lo que denunció la
vecina Rosa Castro, quien alertó sobre el peligro de su ex marido en libertad y
la posibilidad de un acercamiento a las víctimas. Pero en consonancia con los
criterios de muchos jefes policiales y el Consejo de Seguridad de Cipolletti
(Coseci), las víctimas quieren llevar una vida normal y no tener a uniformados
cuidando sus espaldas en forma permanente.
Aquí, una vez más, aparece la necesidad de apelar a las
tobilleras electrónicas, que permiten un seguimiento estricto del sospechoso
durante las 24 horas. Además, cualquier violación de las medidas judiciales
dispuestas, se puede comprobar de inmediato.
El servicio de monitoreo electrónico fue solicitado por el
Poder Judicial y el ministerio de Seguridad y Justicia de la provincia avanzó
meses atrás con la licitación. Fuente LM de Cipolletti
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