Consumo de Éxtasis: "Electrónica" adicción

El fin de semana pasado murieron dos jóvenes en un boliche de Santa Fe, a poco de cumplirse nueve meses de la tragedia de Time Warp. Más del 75% de los asistentes a fiestas electrónicas consumen sustancias psicoactivas.

Obtenida por primera vez en 1914 por la Compañía Farmacéutica Merck, la MDMA (Metilendioximetanfetamina) tenía por objetivo convertirse en una droga supresora del apetito. Pero debido a los negativos efectos secundarios, ingresó a la lista de sustancias psicotrópicas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), prohibiéndose su venta.

A principios de la década del noventa, el éxtasis, que se sintetiza en laboratorios clandestinos y luego se comercializa en forma de comprimidos de distintas formas y colores, se vinculó a determinados movimientos musicales, como la música industrial y al auge de las denominadas fiestas "rave" (delirio) o masivas.

"Eva", "Adán" o la "droga del amor", son algunos de los nombres con que se le conoce a esta sustancia que tiene una acción seria y potente a nivel del sistema nervioso central.

Como estructuralmente está emparentada con un estimulante (la anfetamina) y un alucinógeno (la mescalina), la MDMA aumenta la disponibilidad del neurotransmisor cerebral llamado serotonina, lo que explica la euforia e desinhibición del consumidor. También actúa sobre el hipotálamo, que es donde se regula la temperatura corporal.

Por ello, los asiduos a la fiestas electrónicas que consumen éxtasis, ingieren grandes cantidades de agua para lograr controlar la temperatura del organismo. Los riesgos pueden aumentar si las pastillas se combinan con alcohol, pues su efecto diurético acelera la pérdida de agua, y puede incluso provocar la muerte.

¿Droga del amor?

Una persona que ha consumido entre 50 y 100 miligramos de éxtasis podrá bailar ininterrumpidamente sin cansarse, ya que el efecto, que comienza luego de 30 minutos de ingerida la píldora, dura entre tres y cuatro horas.

Quizás muchos se preguntarán por qué al éxtasis se le conoce popularmente como la "droga del amor". La respuesta es simple. Al estar bajo su efecto, el consumidor tiene mayor energía, alta sensibilidad corporal, sensación de empatía con los demás y fuertes alucinaciones visuales y auditivas, entre otras.

La gran propiedad del éxtasis es la estimulación sensorial al contacto físico, que favorece la interacción social; sensación de empatía, locuacidad y omnipotencia. Por ello, el éxtasis es una droga más social que individual, es decir, que en pocas ocasiones la persona la consume en soledad.

Como toda droga, cuando el efecto de la MDMA comienza a desaparecer, el individuo siente agotamiento, fatiga, inquietud y depresión. Estados que pueden durar varios días si el consumo se hace cada vez más habitual.

¿Qué se les puede recomendar a los padres?
           
Si existen sospechas de consumo de éxtasis, conviene conversarlo con claridad y evaluar la posible necesidad de apoyo profesional. En caso de que la persona sea llevada a la casa con ataque de pánico, se le debe tranquilizar y trasladarla de inmediato a un Servicio de Urgencia.

PUBLICADO EL 08/01/2017
POR INFOALLEN –MAIL: noticias@infoallen.com.ar
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