El Decano se impuso por 3-1 ante Junior de
Barranquilla y dio vuelta una llave bravísima.
Los miles y miles de rostros de los fanáticos que
colmaron el estadio Monumental José Fierro lo decían todo. Lágrimas de emoción,
sonrisas de felicidad. No era para menos: Atlético Tucumán dio una nueva
muestra de personalidad, dio vuelta una serie complicada ante Junior de
Barranquilla y, por primera vez en su historia, jugará la fase de grupos de la
Copa Libertadores.
Luego de lo que había sido la histórica
clasificación ante El Nacional en Quito, en la que casi se queda afuera por
llegar tarde al encuentro, el Decano tenía una nueva prueba de fuego y no
falló: venció 3-1 al conjunto colombiano -quedó 3-2 en el global- y mantiene
vivo el sueño copero.
Rodrigo Aliendro, Cristian Menendez, Fernando
Zampedri marcaron los goles para el equipo dirigido por Pablo Lavallén, que
tuvo varias situaciones claras para aumentar aún más la diferencia, pero que
falló en los metros finales y terminó sufriendo más de lo esperado. Sobre el
final del partido, Sebastian Hernandez convirtió para la visita y le puso
suspenso al partido: con un gol más, eliminaban al equipo argentino. Pero esto
no sucedió, en parte, por una atajada tremenda de Cristian Lucchetti, en una de
las últimas.
Atlético Tucumán aguantó el triunfo y cumplió el
objetivo. Ahora, compartirá el Grupo 5 con Palmeiras, Peñarol y Wilstermann.
PUBLICADO
EL 23-02-2017
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