Para muchos católicos, el Vía Crucis, la recreación
del calvario de Jesucristo, es uno de los momentos más importantes de la Semana
Santa. En la localidad mexicana de Barranquillas, en el estado de Michoacán,
fue también el más trágico. Un joven que interpretaba a Judas Iscariote se
ahorcó ante la mirada de muchos asistentes.
La víctima se llamaba José Ignacio G. y tenía 23
años. Estaba simulando la muerte del apóstol que, arrepentido por haber
traicionado a Jesús, se colgó, y por eso se encontraba atado del cuello a un
árbol y parado sobre un balde.
Según testigos, el joven perdió el equilibrio y
resbaló, ahorcándose de verdad. Aunque fue auxiliado por los feligreses, murió
mientras lo trasladaban en ambulancia a una clínica cercana.
PUBLICADO EL
16-04-2017
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