A River les salió todo bien: ganó de visitante con
buena diferencia y sin goles en contra; tuvo buenos debuts con Javier Pinola e
Ignacio Scocco -anotó un gol-; recuperó a Marcelo Larrondo, con el mejor
partido desde que se sumó en medio de los dramas de las lesiones; y tuvo un
Augusto Batalla exacto y serio tras un tiempo de dudas sobre su capacidad para
defender el arco del Millo.
Fue un 2-0 con tantos de Scocco y de Larrondo
cuando el partido se iba. Ahora, los jugadores ya pueden irse de licencia y
pensar en la pretemporada con la tranquilidad que el pase a cuartos está casi
sellado.
River salió a jugar en Asunción como si fuera El
Monumental. El manejo de la pelota, el control del juego y sobre todo las
acciones lejos del arco de Batalla marcaron la pauta de la primera parte.
Ariel Rojas y Leonardo Ponzio se plantaron en el
medio sin problemas, Nacho Fernández conducía todo a un toque y al Pity
Martínez le faltó un poco más para que los ataques del equipo tengan más
verticalidad. De todos modos, el equipo del Muñeco insinuó mucho en esos momentos
y la acción de peligro merodeó el área chica con un Scocco que estuvo cerca
varias veces.
Pero no bien se consumían los minutos, los locales
empezaron presionar y a ajustar las marcas en el medio y el partido se fue
acercando a la zona de Pinola y Luciano Lollo. Los dos centrales y Batalla, en
un par de centros que le llegaron al arco, estuvieron firmes para que River no
pase peligro y los paraguayos sólo tuvieran un manejo zonal.
Buenos momentos de Marcelo Palau y Rodrigo Bogarín,
más las ganas de Antonio Marín le daban ese aire a un Guaraní voluntarioso.
Pero a los locales le duró poco ese viento a favor
porque en una apilada del Pity, que acabó en tiro libre, Scocco que ya había
mostrado olfato de gol se hizo patrón del disparo y con el favor de un desvío
abrió el marcador del partido.
Cuestiones del destino: el día de su debut, Lucas
Alario también hizo un gol, en la misma cancha en Paraguay y, también, se cortó
la luz un rato. Lo cierto es que más allá de los momentos del partido, River
había demostrado que estaba mejor que su rival y por eso la ventaja iba acorde
a lo que pasaba en el desarrollo del juego.
Para el segundo tiempo, el planteo de los locales
fue salir un poco más a presionar en la zona de salida de River y el juego
empezó a moverse a espaldas de Ponzio y por delante de los centrales, siempre
buscando la opción del juego aéreo.
La postura le daba a River la opción de la contra
con mucho campo para correr y por eso cada vez que iba el local, el Pity tenía
la llave para el segundo tanto. Aunque la más clara la tuvo el local con
Epifanio García, que ya había avisado de cabeza, quedó mano a mano con Batalla
y el 1 del Millo le ahogó el grito. River devolvió con una gran contra que pivoteó
Larrondo y que Moreira desperdició con un disparo alto cuando tenía opciones
mejores.
Los minutos finales fueron palo y palo. Nacho la
sacó sobre la línea en un cabezazo paraguayo y en la contra Milton Casco corrió
80 metros para dejar sólo a Moreira que no pudo con Aguilar.
El Millo estaba cerca de estirar la ventaja y
Guaraní buscaba la chance del empate. Larrondo fue el que puso el segundo luego
de perderse una jugada muy clara. El delantero de cabeza cerró la historia para
un resultado inobjetable y letal.
PUBLICADO EL
05-07-2017
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DEPORTES