Una víbora venenosa mordió a dos adolescentes: el inmensurable esfuerzo profesional para salvarlos

Dos adolescentes fueron mordidos por una víbora coral (también conocida como micrurus) en su vivienda, ubicada en la meseta de Centenario, por lo que el Ministerio de Salud de Neuquén concretó un rápido e inédito operativo para traer a la capital el antídoto para suministrarle a los jóvenes, que este jueves evolucionan favorablemente. Aseguran que no se registraba una mordedura de este tipo "en los últimos 20 o 25 años".

El doctor Horacio Trapassi, director general de Salud Ambiental y Cambio Climático, dijo que el grave hecho se produjo cuando los dos hermanos regaban unas plantas en el patio y se encontraron con el animal. Uno de ellos quiso capturarlo, pero recibió su mordida, mientras que el otro -para intentar ayudarlo- tomó a la víbora y también resultó afectado.

Los jóvenes fueron rápidamente al hospital local y posteriormente los trasladaron al Hospital Castro Rendón. Ahí comenzó el veloz operativo que trajo, desde el interior de Neuquén, los antídotos necesarios para salvarles la vida.

Trapassi informó que este tipo de víboras es autóctona en toda la Argentina y también en Neuquén, por lo que dijo que es común encontrarla en el monte y especialmente en zonas donde las personas desmontan, características que coinciden con la zona en la que está ubicada la casa. "El animal estaba en el hábitat natural", aclaró el médico, quien además indicó que si bien es importante identificar al animal, no es recomendable seguir exponiéndose al peligro.

Así, señaló que en este caso era suficiente que los jóvenes explicaran al personal médico que fueron mordidos por una víbora, a la que identificaron con color rojo. "Muchas veces, en el intento de querer agarrarla para mostrar, (la víbora) muerde. Es lo que pasó ahora: el animal estaba cerca de unas plantas que acababan de regar, la vieron y la quisieron agarrar para verla. A la primera persona la muerde y el otro quiere ayudar y también lo muerde", detalló.

El médico aclaró que se trató de un "incidente" y no de un accidente ya que cuando se ve un animal de estas características, no se debe intentar tocarlo. "Su color rojo intenso te está avisando de su peligrosidad", alertó.

Los efectos de una mordida de una víbora coral o de una yarará pueden ser muy diferentes, por lo que acudir a la guardia médica lo más rápido posible beneficia a que el profesional pueda identificarlos y determinar lo que sucedió.

Trapassi enfatizó en que el animal solo muerde cuando se siente amenazado, por lo que dijo que no se recomienda ni atraparlo ni matarlo. "Hay una dirección de Fauna provincial, podemos solicitar ayuda ahí para que se acerquen personas que sí saben manipular este tipo de animales peligrosos", dijo.


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