La Cámara Argentina de Pymes Proveedoras de Telecomunicaciones (CAPPITEL) responsabilizó este miércoles a las empresas de telefonía celular y al Estado por el último apagón que dejó sin servicio a más de 100.000 usuarios de Movistar y advirtió sobre su posible repetición.
"De haber realizado las empresas las inversiones necesarias para mantener la calidad y ampliar la capacidad del servicio, y de haber cumplido el Estado con su rol de contralor, no se hubieran producido los últimos apagones y el servicio de telefonía móvil funcionaría acorde a las necesidades de un país en crecimiento", afirmó la cámara.
La entidad destacó que "las bajas y casi nulas inversiones de las cuatro grandes empresas de telefonía móvil van en detrimento de la calidad del servicio y están generando un cuello de botella que lleva a la telefonía celular a un punto crítico".
El presidente de CAPPITEL, Pablo Perelmuter, refirió que "la situación será cada vez más grave si el Gobierno no decide tomar decisiones para avanzar hacia un servicio acorde al tráfico actual de voz y datos".
El empresario advirtió además que "dada la inestabilidad de la red, en cualquier momento puede repetirse un problema similar o más grave" y alertó que "sólo a través de una mesa de diálogo que incluya a las compañías, el Estado y las pymes proveedoras de las -telco- se puede avanzar en la búsqueda de soluciones tecnológicas concretas para el sector".
"El servicio de telefonía móvil no es exclusividad de las empresas prestatarias, ya que abarca también a las pymes proveedoras de las telco que mantienen, igual que el usuario, una relación asimétrica con esas compañías" sostuvo Perelmuter.
En declaraciones reproducidas por DyN, el directivo cuestionó que "las únicas regulaciones son a través de sanciones posteriores a las caídas del servicio, cuando se da en forma generalizada, cuando debería trabajarse en un esquema de calidad profesional que tienda a evitar estas situaciones de crisis".
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