Una riña entre dos mujeres
policías que estaban de servicio perjudicó y puso en riesgo al hospital Dr.
Ernesto Accame de Allen, porque se retiró la custodia policial que protege el
centro de salud.
Esta vez la violencia no llegó a
la guardia del hospital de la mano de pacientes alterados como ha ocurrido en
otras oportunidades. Eran cerca de las 20:30 del martes cuando una agente
policial joven concurrió al área de emergencias para pedir que la revisen y le
extiendan un certificado de lesiones.
Llevaba el uniforme colocado y
según se pudo conocer algunos minutos antes había sido atacada por una
compañera suya en el barrio usurpado de las 40 viviendas, que desde hace un año
la policía custodia con seis efectivos por turno. Una de las médicas de la
guardia constató las lesiones que presentaba y tras examinarla le entregó un
certificado.
Media hora más tarde arribó a la
guardia otra joven policía que -al parecer- había estado involucrada en la
pelea. La agente, acompañada por policías también uniformados, pidió conocer
quién había realizado el certificado de su compañera y también exigió que un
médico la revise. En ese momento los facultativos se encontraban ocupados y
como consideraron que el estado de salud de la agente no revestía gravedad, le
pidieron que espere.
Al rato los policías perdieron la paciencia. Sin
autorización ingresaron al área restringida y -según dejó constancia una de las
médicas en el libro de la guardia- un efectivo de apellido Fuentealba advirtió
que si no examinaban a la agente dejaría sin custodia al hospital. Y lo
hicieron: cerca de las 23 se marcharon de la guardia, retirando además a la
agente que prestaba servicios de prevención. El hospital estuvo más de 24 horas
sin vigilancia de la policía. (Río Negro)
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