Todas las relaciones tienen sus
altibajos, sus cumbres y sus simas. En muchas ocasiones, consideramos que pasar
una mala época es normal y que tarde o temprano esta tocará a su fin, por lo
que no nos damos cuenta de que llevamos meses o años, sin que la relación
muestre signos de mejora.
Si pareja te hace de menos, si no respeta tus opiniones, dice que
no a todo lo tú propones, y debes decir todo que sí, porque no está dispuesto a
consensuar nada, está claro: Es hora de
salir de ahí.
En las relaciones de pareja hay
un reparto de poder y las decisiones suelen ser consensuadas. Luego, otro aviso
de que la cosa no va bien es cuando tu pareja es la que decide siempre y tu
criterio no es tenido en cuenta para nada.
No sustenta sus palabras con
actos
El amor, desafortunadamente, no
lo es todo. Si tú no estás de acuerdo con el planteamiento de vida de tu pareja
(metas a futuro, por ejemplo) y no podéis encontrar un plan que os satisfaga a
los dos, quizás tenga que seguir cada uno su camino.
Si tu pareja tiene algún tipo de comportamiento dañino
para ti, ¿merece la pena agarrarse a quien te dice que tú eres lo más
importante, pero sus actos no sustentan
esa declaración? Las palabras se las
lleva el viento si no son reforzadas con actos.
Te preguntas qué no está
funcionando? Es una de las señales más importantes. Sientes que tu relación
hace aguas y te preocupas, quizás, sin aún haberle puesto el nombre exacto a
las razones. Podrías pensarlo detenidamente y/o hablarlo con alguien de
confianza.
Ya no tienes sexo con tu pareja
En la sociedad contemporánea, la
mayor parte de personas consideran que la vitalidad de una relación amorosa se
encuentra íntimamente ligada con una buena vida sexual. Aunque no siempre tiene
por qué ser así, sí es cierto que una disminución significativa o la
desaparición absoluta de los encuentros sexuales, es un signo de que algo no
marcha bien, especialmente si la situación se prolonga en el tiempo.
En ocasiones, se debe a problemas
de índole sexual que necesitan ser solucionados desde un punto de vista médico.
Otras veces es algo transitorio, relacionado con el estrés y el cansancio. Pero
en otras ocasiones, se trata de que ya ni siquiera nos planteamos la
posibilidad de acostarnos con nuestra pareja, un claro síntoma de que algo
marcha mal.
Se dispersa y no te presta
atención
Sí por mucho que desees que tu
pareja te escuche, esta se muestra indiferente, o no le interesa lo que
cuentas, nunca tiene tiempo de escucharte o directamente no entiende lo que
quieres contarle: mala señal.
Siempre llamas tú o siempre eres
el que dice te amo
En el momento en que uno deja de
llamar, ponerse en contacto, escribir o sacar tiempo para encontrarse con su
pareja y es el otro el que realiza todo el esfuerzo por fijar una cita, es
probable que aquel que obvie la posibilidad del contacto, haya perdido gran
parte del interés por su pareja.
La diversión ha desaparecido
Forma parte de la intimidad de la
pareja, pasárselo bien juntos sin necesitar nada más, al igual que intentar
sorprender de maneras muy distintas a tu pareja. Cuando la relación se prolonga
en el tiempo, es normal que se normalice y los intentos de sorprender a la
misma se reduzcan, pero si nunca nos lo pasamos bien, ya no realizamos
actividades de ocio y no vemos la necesidad de innovar en nuestra vida en
pareja, probablemente se deba a que ya no somos capaces de divertirnos con la
misma.
Las peleas son continuas y no
ofrecen soluciones
Las discusiones pueden ser
relativamente frecuentes en una relación, e incluso, pueden ser útiles, en el
caso de que sirvan para solucionar problemas o poner de manifiesto situaciones
que uno de los miembros de la pareja sienta como injustas. Sin embargo, hay
otro tipo de enfrentamiento bastante común en las relaciones que están
acabadas, y es el que no tiene un objeto claro, se compone de una infinidad de
pequeños reproches y nunca deriva en una reconciliación, sino en una mayor
tensión no resuelta. Se trata de una situación inaguantable en la que lo más
sano es dar por terminada la relación.
Tu familia y amigos se dan cuenta
de que algo va mal
En un gran número de ocasiones,
la visión que los demás tienen de nosotros es mucho más certera que la que
tenemos sobre nosotros mismos. Una de estas situaciones es la vida en pareja,
en la que es difícil tomar distancia de la situación para comprender de qué
forma la relación está afectando a nuestra vida. Cuando un comentario
recurrente entre nuestro círculo de amigos es que nos ven mal, que no entienden
el comportamiento de nuestra pareja hacia nosotros o piensan que somos
infelices, es probable que tarde o temprano, quizá demasiado tarde, nosotros
caigamos en la cuenta de que efectivamente así es. Otra cosa muy diferente son
los comentarios maledicentes y perversos motivados por la envidia o la incomprensión.
Tu pareja siempre tiene trabajo
Cuando una pareja empieza a
salir, lo normal es sacar tiempo de donde no lo hay. Las horas en el trabajo se
pasan lentamente, el día es largo y las noches son cortas. Sin embargo, cuando
una relación amorosa empieza a mostrar síntomas de agotamiento, es probable que
tu pareja pase más tiempo en el trabajo, se apunte a más eventos relacionados
con el mismo, cene o salga de fiesta con sus compañeros… Es una forma de
señalar que te está intentando evitar, y que de hecho prefiere compartir su
tiempo con aquellos a los que ve durante ocho horas al día, que contigo. Si la
excusa para no verte es siempre que tiene mucho trabajo, es probable que en más
de una ocasión te haya mentido.
PUBLICADO EL 14/12/2016
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