Rocío tenía 25 años y cuatro hijas, la más
chiquita, una beba. Había denunciado a su ex pareja, Lucas Obregón, varias
veces. La última consiguió que la Justicia dictara una orden de restricción
para que él no se le acercara ni a ella ni a las nenas. Igual se acercó, le
pegó. Lo detuvieron por violar la perimetral, pero el 1 de febrero un juez lo
liberó. Entonces ayer la mató. Se metió en su casa y adelante de las cuatro
chiquitas que lloraban a los gritos le clavó siete puñaladas. Después se fue.
Lucas Obregón cumplió 27 años el 11 de
diciembre. En ese momento no podía ver ni acercarse a su ex pareja, Rocío Belén
Zárate Martínez ni a las hijas de nueve meses, 3, 5 y 8 años. Es que él ya le
había pegado tantas veces que Rocío lo había ido a denunciar.
La última vez fue el 13 de octubre pasado,
cuando hizo una presentación ante el Juzgado de Familia N°12 de Lomas de
Zamora, donde ordenaron una restricción de acercamiento para Obregón por 120
días. Pero el 27 de diciembre violó la perimetral y volvió a los golpes.
Rocío volvió a denunciarlo, y esta vez lo
detuvieron por desobedecer la orden judicial. Estuvo en una comisaría hasta que
el 1 de febrero el juez de Garantías N°8 lo condenó a cumplir una pena de tres
meses de "ejecución condicional" (no se le podía acercar, tenía que
fijar una residencia e ir al psicólogo) y ordenó su "inmediata
libertad".
Pero ayer a las ocho y veinte se metió en la
casa donde Rocío se había mudado para no vivir más con él, en O'Higgins 688 y
Potosí, en Parque Barón, al sur del conurbano, donde la policía porque un
vecino escuchó los gritos de las nenas y llamó al 911.
Al llegar, la policía se encontró con Rocío
tirada boca abajo en la cocina, ya estaba muerta, tenía al menos siete
puñaladas.
Enseguida llegaron más patrulleros de la
comisaría novena de Lomas, además de los peritos de la Policía Científica. Aún
así, el ex pudo escaparse y esconderse por cuatro horas. Y quien lo encontró
fue otro vecino, cuando lo vio encerrado en el galpón de su casa.
El hombre avisó a la policía y entonces lo
detuvieron. En ese momento, los vecinos intentaron linchar a Obregón, por lo
que acababa de hacer, y por cada vez que habían visto que se acercaba a Rocío y
le pegaba. Tan enojados estaban los vecinos que tuvo que intervenir el Grupo de
Apoyo de la Departamental de Lomas, que hasta llegó a disparar balas de goma
para dispersar al la gente.
El enojo de los vecinos estaba claro: varios
hablaron ante las cámaras de televisión que llegaron al lugar para pedir
justicia: "Nosotros pedimos justicia porque no puede ser. Siempre venía el
tipo con la moto y le pegaba. Estuvo preso pero lo soltaron. El sábado pasado
lo vimos pasar otra vez y le pegó a la chica. Cada vez que venía, le pegaba,
venía como loco en su moto y hacía desastres", contó una vecina.
La hija de la dueña de la casa donde vivía
Rocío dijo que varios habían visto a Obregón temprano por la zona: "La
mató cuando salió mi mamá. Las nenas empezaron a llorar y vinieron los
vecinos".
"Hizo muchas denuncias pero nunca pasó
nada. Hacés una, veinte o sesenta denuncias, pero la policía no te cuida. El
tipo estuvo preso, salió y vino otra vez a hacer lo mismo, hasta que cumplió y
la mató. Ya es una menos -dijo otra mujer-. Esto iba a pasar, ya sabíamos que
iba a pasar. Como siempre la Justicia no hace nada. Después de tantas denuncias
y un botón antipánico, la chica ahí está, muerta".
PUBLICADO
EL 17-02-2017
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