Lo que los médicos anunciaron, finalmente ocurrió: murió,
tras casi dos días de agonía, Rodolfo "Fito" Ferreyra, el autor de la
mayor masacre en la historia de la provincia, luego de asesinar a puñaladas a
sus cuatro hijos, una de ellas una niña discapacitada, su esposa y luego
prender fuego sus cuerpos.
Con la muerte del autor de estos crímenes, se
extingue la causa que conmociona a los santiagueños y se cierra un capítulo de
una historia cargada de violencia, maltrato, amenazas y con el final más
triste.
Los médicos que lo atendían desde el lunes por
la noche en la unidad de terapia intensiva del Hospital Regional ya habían
adelantado ayer que su situación era crítica y que su recuperación era casi
imposible, ya que tenía más del 90% del cuerpo con graves quemaduras, sus vías
respiratorias muy comprometidas y casi no tenía pulso ni presión. Finalmente,
su cuerpo murió en las últimas horas.
El lunes por la noche Ferreyra mató a
puñaladas a sus cuatro hijos: Marcos de 11 años, Luciana de 10, Verónica de 9,
quien sufría una discapacidad motriz, Santiago de 3 años y su esposa Nancy
Lastra, de 33 años, para luego rociarlos con nafta y prenderlos fuego. El
también fue alcanzado por las llamas y el combustible, generándole serias
heridas que terminaron hoy con su vida.
Sepultaron a los hermanitos y a su madre
Luego de la autopsia, que revelara que la
causa de la muerte de las cinco víctimas había sido por las heridas de arma
blanca, se entregó los cuerpos a la familia, fueron velados en la ciudad de
Fernández, a 50 kilómetros de la capital santiagueña y esta mañana fueron
sepultados en el cementerio de dicha localidad ante un multitudinario
acompañamiento y escenas de profunda congoja.
Cientos y cientos de santiagueños se llegaron
a despedir a los cuatro hermanitos y su madre y luego, en profundo silencio y
consternación, acompañaron sus restos hasta su morada final en la mañana de
hoy, al mismo tiempo que Ferreyra moría en el hospital.
Restricción
Ayer se conoció en boca del fiscal de la
causa, ya extinguida con la muerte de Ferreyra, que pesaba sobre el asesino,
desde el pasado 7 de diciembre, una orden de restricción que le impedía
acercarse a sus hijos y Nancy, pero según los vecinos se lo veía casi a diario
en la vivienda de Manzana 25, Lote 3, del B° Villa del Carmen, en el oeste de
la capital santiagueña.
La doctora Adela Morán, quien estuvo de turno
cuando el 6 de diciembre Nancy Lastra había denunciado a Ferreyra, indicó que
"Nancy era víctima de los celos enfermizos de Ferreyra, quien no la dejaba
salir ni tener celular y que progresivamente comenzó a amenazarla de
muerte", en tanto agregó que "el día 6 de diciembre ella hace la
denuncia y el día 7 se activan todos los mecanismos judiciales, siendo sometida
a un estudio por parte del equipo interdisciplinario donde se constata un
riesgo altísimo".
Moran confirmó que "la copia del legajo
es remitida a la Unidad de Violencia de Género de la fiscalía para que se
investigue la posible comisión de un ilícito. Como medidas preventivas se dicta
la exclusión del hogar de Ferreyra y de no acercamiento tanto a ella como a los
niños".
Trascendió, además, que ambos, tanto Nancy,
como Ferreyra, estaban citados para ayer en forma separada por la denuncia de
diciembre pasado.
Por último, la policía de la provincia emitió
un comunicado en el que aclara que Ferreyra no tuvo relación alguna con la
fuerza, que jamás perteneció al cuerpo de la policía santiagueña -como se había
comentado en un principio- y que fue motivo de suspicacias y criticas,
principalmente en las redes sociales, ante una presunta inacción de la fuerza.
PUBLICADO
EL 22-02-2017
POR
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POLICIALES