Con temperaturas cercanas al cero en el termómetro
y donde no pueden aducirse cuestiones de derroche de agua, por llenado de piletas
o riego a diestra y siniestra de plantas, jardines o calles, los Ciudadanos
allenses, instituciones y comercios, entre otros, han tenido que soportar y
algunos aún soportan estar sin el vital elemento por un período que aún en la
mañana de éste Sábado hace que el escencial servicio no logre llenar los
tanques de agua dada la baja presión en el suministro de agua potable.
Tan sólo por la la desidia de autoridades
municipales y de la Empresa estatal ARSA además de otros organismos que no
materializan una solución definitiva a los constantes inconvenientes en un
tramo del acueducto que se rompe y seguirá haciéndolo, debido a la precariedad
de su estado, las Ciudades de Allen principalmente, pero también con
inconvenientes en el la vecina localidad de Fernández Oro, deberán soportar aún
en épocas casi invernales, no poder contar con un servicio que es escencial, en
pleno siglo XXI.
Lo cierto es que sin un solución de fondo, la
situación continuará con un tan sólo el ‘diagnóstico’ de alguna que otra
referente de las autoridades Municipales, en éste caso de la Secretaria Legal y
Técnica de la Municipalidad Liliana Martín que ante la requisitoria
periodística de un medio regional sólo atinó a responder (como si se tratara de
una mera espectadora) que los inconvenientes se dan, porque la cañería tiene ‘cuarenta
años’.
Sería importante que los integrantes de la gestión
de Sabina Costa, se hicieran cargo de una buena vez por todas, de los más de
cinco años y medio que llevan en la gestión y dejar de tratar de justificar lo
injustificable. De hacerse cargo de su propia inacción cuando ya están a punto
de promediar, la mitad del segundo mandato al frente de la comuna.
La rotura en la red principal se produjo entre la 1,30 a 2 AM del Viernes. Hoy a una hora del mediodía puede aún observarse la
baja presión en las canillas que vienen directas desde la red, con lo cual no
se puede esperar que puedan llenarse los tanques de agua de las viviendas, aún
los menos elevados, con lo cual, y con la condescendencia de un pueblo que sólo
se queja a través de las redes sociales o de los medios de comunicación, quizá resignado a que nada va a
cambiar hasta después de las elecciones del 2019, sólo se deberá seguir
esperando.
A esperar quizá a que alguna virgen llore sangre en
territorio allense, para que nuevamente y en el corto plazo, la historia no se
vuelva a repetir. Algo bastante improbable, por cierto.
PUBLICADO EL
20-05-2017
POR
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