Con la construcción de casas de
álamo, la industria maderera rionegrina busca diversificarse y crecer.
Así lo ve Nazareno Olivetti,
titular del aserradero Industria Maderera SRL, quien en 2011 creó la empresa
Ancona Ecoviviendas con la cual construye casas en madera de álamo en el Alto
Valle.
“Empezamos hace siete años, un
poco por la crisis de la fruticultura que nos obligó a diversificar y, viendo
otras zonas del país, como Misiones o Entre Ríos donde se fabrican este tipo de
viviendas, nos animamos a hacerlo y empezar a ofrecer estas ecoviviendas”,
explicó Olivetti quien es además presidente de la Cámara de Forestadores
Empresarios Madereros y Afines de la Norpatagonia (Cafema).
“Compramos madera de la zona, de
las chacras. Hacemos todo en álamo. Después viene al aserradero donde se
procesa, se tablea y se estaciona, para posteriormente hacer el proceso para la
fabricación de viviendas”.
Las construcciones en madera son
una alternativa interesante ante la actual demanda de viviendas. Entre sus
ventajas se encuentra que son eficientes energéticamente ya que la madera es un
aislante natural y es eficaz para aislarse del frío y del calor.
Además, “construir una casa de
madera tiene menor costo y tiempo de entrega, es un tiempo récord si lo
comparamos con la construcción tradicional de ladrillos. Una casa de dos
dormitorios, cocina y baño, puede salir unos $12.000 el metro cuadrado,
dependiendo de las terminaciones elegidas. Además se puede hacer entre 60 y 90
días. Y en ocho a 10 días está instalada en donde indique el cliente”, explicó
Olivetti.
Otra ventaja de este tipo de
construcciones es la versatilidad arquitectónica. Se pueden realizar cambios y
modificaciones una vez construida. Hacer ampliaciones, cambiar el tamaño de
planta o mover espacios en el diseño, y esto permite obtener la casa con un
estilo personalizado.
“Felizmente nos fue bien. Nos
capacitamos y capacitamos al personal, 15 personas trabajan con nosotros.
Fuimos aprendiendo y ahora tenemos capacidad para producir tres viviendas por
mes. Pero depende de la demanda”.
El aserradero utiliza
aproximadamente unas 300 toneladas mensuales de madera que obtiene de la zona
para trabajar no sólo viviendas, sino también materiales para corralones.
“En Río Negro hoy pocas empresas
que se dediquen a esto pero creemos que hay que incentivar a otros aserraderos
para que empiecen a diversificarse como lo hicimos nosotros, porque este tipo
de construcción tiene mucho futuro”, finalizó Olivetti.
Esta empresa familiar es un
ejemplo a seguir. Hoy sus creaciones se pueden ver en Roca, Allen, Cipolletti,
Fernández Oro.
PUBLICADO EL: 16-06-2019
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