Juan Sebastián Upegui, copiloto de un avión de Avianca que
volaba a Medellín la misma noche del siniestro, confirma en una grabación que escuchó por radio al piloto del avión accidentado, Miguel
Alejandro Quiroga, decirle a la torre de control del aeropuerto José María
Córdova: “Tenemos problemas de combustible”.
Este testimonio confirma que el vuelo se declaró en
emergencia por problemas de combustible y fallos eléctricos. No obstante, la
torre de control no pudo hacer nada, pues minutos después se produciría el
accidente.
El siniestro ocurrió en una zona montañosa del noroeste de
Colombia, en el departamento de Antioquia, cerca del municipio de La Unión,
cuando al avión le restaban sólo dos minutos de vuelo para poder realizar un
aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Rionegro, a 25 kilómetros de
Medellín, su destino final.
El director de Lamia, Gustavo Vargas, declaró que el avión
contaba con un plan de vuelo que establecía a Bogotá, como un punto para el
reabastecimiento de combustible si era necesario.
"Señorita, Lamia 933 está en falla total, falla
eléctrica total, sin combustible", afirmó el piloto del avión, según se
escucha en la grabación. Acto seguido la torre de control de Medellín le
contestó que tenía "pista libre".
La falta de combustible es la principal hipótesis que
manejan los expertos como causa del accidente.
PUBLICADO EL 30/11/2016
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