Tiene 50 años y una extraña enfermedad en sus patas
Una junta de expertos recomendó llevarala a un lugar en Brasil donde ya viven
dos ejemplares que fueron trasladadas desde zoológicos.
El concepto de zoológico está en crisis. Por eso,
para asegurar el bienestar de los animales, se está trabajando en dos sentidos.
Por un lado, se intenta devolverlos a la naturaleza y, mientras tanto, se busca
mejorar las condiciones de vida en cautiverio. ¿Cómo convertir estos espacios
en lugares más amigables? ¿Qué hacer con las especies que no pueden ser
trasladadas? Estas son alguna de las cuestiones que se plantean cuando se busca
resolver la cuestión.
Primero fue Arturo, el oso polar del zoológico de Mendoza.
La falta de espacio y refrigeración determinó que hubiera pedidos
internacionales para su liberación y traslado a Canadá. Sin embargo, por su
edad, decidieron que permaneciera en el zoológico. En julio del año pasado,
murió. Después, fue el turno de la orangutana Sandra.
En un histórico fallo, se le reconoció la calidad
de "persona no humana". Sandra espera en su jaula mientras se debate
si es mejor trasladarla o dejarla donde está. Según informaron desde el
Ecoparque porteño, la orangutana se encuentra muy bien y están trabajando para
mantener su bienestar físico y mental. Sin embargo, en un comunicado, conteplan
la posibilidad del traslado: "Seguiremos explorando lugares donde podría
ser derivada en caso de concluir que eso es posible".
Esta vez, la que necesita ayuda es la elefanta
Pelusa que vive en el zoo de La Plata. Tiene 50 años y padece una enfermedad en
las patas. Hace algunas semanas, una junta internacional de expertos
veterinarios y conservacionistas dio su veredicto sobre la situación. Los
especialistas encontraron un lugar para trasladarla. Un santuario en el Mato
Grosso, Brasil y comenzaron los trámites para llevarla.
"Pelusa es una elefanta asiática que vive en
el zoo hace 46 años y tiene una infección en las patas que no se cura estando
en el recinto porque es una enfermedad propia de animales en cautiverio",
cuenta Diego Brutti, director del zoológico de La Plata.
Juan José Diorio, Jefe veterinario del zoo, explica
por qué necesita otro lugar donde vivir: "Buscamos alternativas para que
ella pueda estar con otras elefantas y tener mayor espacio para moverse".
Los riesgos del traslado
Rosana Laplace, Jefa Servicio "Animales no
Tradicionales y Silvestres" de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la
Universidad Nacional de La Plata, planteó sus dudas: "Creo que trasladar,
por tierra, a un elefante adulto de casi 50 años que no está bien de salud
implica una serie de riesgos que hay que tener en cuenta".
La doctora, que trabajó 30 años en el zoo de La
Plata, considera que lo importante es mejorar las condiciones de vida para
Pelusa: "Si yo fuera la responsable, le daría todas las condiciones
mínimas e indispensables para que termine sus días en el mismo lugar.
Trasladarla en un contenedor a un lugar desconocido podría generarle una
situación de estrés y hasta causarle la muerte".
Si bien reconoce que es importante para estos
animales tener mayor espacio, sostiene que la elefanta va a seguir recorriendo
la distancia que viene recorriendo hace más de 40 años: "Para un animal de
casi 50 años, no creo que sea aconsejable obligarla a hacer un ejercicio mucho
mayor que el que venía haciendo".
Para los especialistas, el desafío consiste en
buscar la manera de asegurar las mejor calidad de vida para cada una de las
especies.
PUBLICADO EL
16-04-2017
POR
INFOALLEN – Mail: noticias@infoallen.com.ar
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PROTECCIÓN ANIMAL