¿Somos parte de un lavado de
cerebro masivo que nos lleva a ser una civilización de autómatas consumistas,
algo muy conveniente para las grandes empresas y conglomerados que crean
productos innecesarios y controlan y
explotan los recursos del planeta? ¿O esto es solamente la naturaleza de ser,
por definición, seres culturales, inmersos en un contexto tecno capitalista,
influidos por nuestro alrededor, seres tanto miméticos como meméticos en un mar
de información sin que nadie manipule las olas?
1.Educación
Aunque esta es la forma más
obvia de control mental, es también probablemente la más insidiosa. Todos
sabemos que lo que aprendemos en nuestra infancia y juventud tiende a grabarse
en nuestra psique y en cierto modo determina nuestro futuro. En este sentido la
agenda podría ser pegar primero es pegar dos veces, creando un programa madre
de lo que es la realidad y que no es admisible, limitando el espectro por el
cual podremos navegar el resto de nuestras vidas.
Si bien cada país edita aquello
que considera que los niños deben de aprender y en este sentido edita la
historia política y del conocimiento humano, una de las constantes de los
sistemas educativos en el mundo es que están basados en un método que favorece
el almacenamiento de información y no la
reflexión; a los alumnos se les enseña que las cosas son de una sola forma y
que cuestionar lo que se les dice merece ser castigado, de esta forma
adormeciendo la verdadera curiosidad y el pensamiento individual (algo que
resulta bastante práctico cuando quieres evitar que cuestionen la autoridad o
que se den cuenta que la construcción del paradigma que rige la sociedad es un
castillo de naipes que no se afianza en una poderosa estructura de verdades
comprobables y constantes, las cuales justifican, en su nombre, la represión a
la que los niños son objeto).
El ejemplo en la cultura popular
de The Wall, sigue siendo una buena
ilustración de la generación de mentes uniformadas a través del sistema
educativo, reclutas capaces de recibir ordenes y automatizarlas. Hasta cierto
punto soldados que defienden, sin saberlo,
el sistema dominante.
2. La publicidad y la propaganda
Estas son justamente las armas
que tiene el sistema dominante –capitalista, consumista y muchas veces
fascista- de perpetuarse reforzándose en la mente de los habitantes del planeta
de una forma inconsciente. El padre del marketing, Edward Bernays,
escribió en su libro Propaganda que “la propaganda es el brazo ejecutivo del
gobierno invisible”.
Mientras que los marketingeros y
publicistas no aceptarían fácilmente que trabajan en la industria de la
propaganda -seguramente nos dispararon un término supercool más adecuado
para su autopersuasión- la realidad es que esto es lo que son. Son los
promoters, consciente o inconscientemente, de un sistema que para
sobrevivir -para que “la economía siga
creciendo”, para que el mundo siga "progresando"- necesita explotar
al planeta Tierra y a miles de millones de personas.
El gurú Ed Bernays llama a la
propaganda, ese sinónimo de publicidad satanizado por los Nazis, “la ingeniería
del consentimiento” y nos dice: "Si entendemos el mecanismo y los motivos
de la mente grupal, entonces ¿no es posible controlar y regimentar a las masas,
según nuestra propia voluntad sin que ellos lo sepan? La reciente práctica de
la propaganda ha probado que es posible".
Bernays, sobrino de Freud, combina la teoría del inconsciente con el
condicionamiento de Pavlov, ligando los deseos al inconsciente para condicionar
respuestas.
Otra de las formas en las que
opera la propaganda es sin duda através de los medios de comunicación,
particularmente a través del entretenimiento y del periodismo. Uno de los
intelectuales más respetados de Estados Unidos fue Walter Lippman, creía que la sociedad debía de ser gobernada
por "una clase especializada cuyos intereses iban más allá de la
localidad", (algo similar a lo que hoy en día son los expertos en los programas de TV, los
“pundits”). Lippman veía al periodismo como un "trabajo de
inteligencia" (no se refiere a que los periodistas deban de ser
inteligentes, sino que es parte del aparato estatal de inteligencia), que debe
darse en cercanía con los hacedores de la política pública.
3. La programación predictiva
Esta es una de las más
interesantes y controversiales formas de control mental, en la que las
películas y los programas de TV operan como brujería electrónica o
auto profecías. Según esta teoría los medios son usados para condicionar a las
masas sobre cambios sociales planeados por nuestros líderes, para que cuando
estos cambios se implementen sean recibidos como “una progresión natural”,
dentro del zurcido invisible del espacio mediático en el que estamos inmersos y
de esta forma se disminuya la oposición
a estos cambios. La idea es que de esta forma se propaga una infalible ilusión
de que así será el mundo y así nosotros lo creamos, más allá de que esto fuera
a suceder o no. La incepción de una idea cultural dominante. Un programa de TV
hoy en día puede ser la sustancia de una profecía.
Entre la programación predictiva
se citan ejemplos de cómo el transhumanismo –la fusión entre las máquinas y los
hombres- está siendo preprogramada en los medios con películas de ciencia
ficción como Terminator y en la música con la conspicua estética transhumanista
de artistas como Beyonce y los Black Eye Peas que hacen a los robots sexies.
Otra de las supuestas agendas de programación predictiva es la que
tiene que ver con la preparación del terreno para la existencia de los
extraterrestres o el anuncio de que ya están aquí. Este anuncio podría ser una
fabricación para crear una nueva religión, pánico, idolatría u otro tipo de
estados mentales favorables para el control mental, según sugieren algunas
personas como el fallecido William Cooper. Estaríamos viendo un arsenal de
películas de extraterrestres para que, posiblemente, cuando se decida orquestar
“un evento extraterrestre”, lo aceptemos
como algo natural.
“Hollywood es la varita mágica
(“holly” es un árbol, y “holy” sagrado) que ha sido usada para hechizar al
público sin su sospecha. Cosas o ideas que de otra forma serían consideradas
bizarras, vulgares, indeseables o imposibles son implantadas en estas películas
en regiones de fantasía. Cuando el espectador ve estas películas su mente está
abierta a la sugestión y el proceso de condicionamiento empieza. Estas mismas
películas, que son diseñadas para programar a la persona promedio, pueden darle
al espectador atento un mejor entendimiento de los pormenores de la agenda
mundial", dice Alan Watt.
4. Deportes, Política, Religión
Esta clasificación un poco
arbitraria obedece a agrupar estos
aspectos de la cultura humana bajo la identidad de ser eventos masivos de
distracción que pueden llamarse indistintamente, usando la definción de Marx,
“el opio del pueblo”.
Hoy en día el fútbol y otros
deportes, en un ámbito más segmentado pero igualmente enajenantes, cumplen la
función de mantener a las masas en un estupor similar al producido por el opio,
un estado de indolencia y sustracción del presente conectados a un televisor,
en una bizarra comunión con dioses cuya religión es consumir la ostia de que
siga girando el capital, y haciendo que
las personas se identifiquen con equipos como si fueran Iglesias y otorgan su
poder personal a estas entidades (¿las celebridades son nuestros chamanes?).
Es decir, muchos de estos
deportes hacen que alguien juegue por nosotros, que alguien más se enfrente al
misterio del juego cósmico, mientras nosotros lo alimentamos, bebiendo cervezas
y soñando con estar ahí en su lugar –substituidos por un simulacro. ¿No te has
dado cuenta que vives en la realidad virtual?
La política de forma similar
también polariza a la sociedad en falsas discusiones. ¿Votarás demócrata o
republicano? Cuando en realidad los partidos, los colores supuestamente
rivales, no modifican la estructura
fundamental de la sociedad -o si no preguntenle a Wall Street-, pero lo
que sí hacen es crear la ilusión de que se está modificando y de que los
ciudadanos somos los que la modificamos, con nuestro poder democrático. De nuevo esto es un simulacro. Borges decía
que la religión es la superstición de nuestro tiempo. Celine, con pasión, lo
dice más claro aún:
"¡Que no vengan a alabarnos
el mérito de Egipto y de los tiranos tártaros! Estos aficionados antiguos no
eran sino unos maletas petulantes en el supremo arte de hacer rendir al animal
vertical su mayor esfuerzo en el currelo. No sabían, aquellos primitivos,
llamar "señor" al esclavo, ni hacerle votar de vez en cuando, ni pagarle
el jornal, ni, sobre todo, llevarlo a la guerra para liberarlo de sus
pasiones."
No es necesario decir que la
religión históricamente ha sido usada para controlar la mente de las personas,
hasta el punto de que sus fantasmas se volvieran reales y persiguieran a las
personas en un infierno psíquico.
Pero actualmente estamos viendo
el nacimiento de nuevas religiones de control mental como la Cienciología,
donde los creyentes entregan su vida y
todo su dinero a una institución creada por un escritor de ciencia ficción que
diseñó una religión basada en un dios extraterrestre que solo entrega su
sabiduría a los que han podido pagar los altos costos financieros de escalar la
pirámide (y que usa a las marionetas sagradas de Hollywood para promover su
mensaje de exitismo galáctico).
También, la gran cantidad de
sectas cristianas que se se propagan por Latinoamérica, muchas de las cuales
utilizan la televisión como su templo. Y quizás el caso más interesante es el
del new-age, una operación ligada a programas secretos de la CIA, como el
programa Stargate y que ha difundido básicamente la idea de que los dioses son
extraterrestres.
Más allá de que esto sea cierto
o no, o que existan iniciados que conozcan la relumbrante realidad de nuestro
origen estelar, lo innegable es que el new age es uno de los terrenos más
fértiles en la historia para hacer negocio con la religión. Cualquiera puede
decir que canaliza a una entidad de Ofiuco o del sistema estelar de las
Pléyades; en una época donde la información se ha exponenciado, cualquiera
puede escribir un libro en la voz de un maestro ascendido de Orión o de
Shambhala: la información está ahí, los textos sagrados y herméticos están al
alcance del vulgo y pueden ser remixeados. La confusión es sumamente fácil.
El ser humano como hemos visto
es una especie de tabula rasa, o biocomputadora que reproduce los programas que
se le insertan. Seguramente en este momento estás creyendo que esto que lees
aquí es la verdad.
Una de las formas en las que se
ejerce el control mental de la religión es a través de otorgar el poder
personal, el destino individual, la voluntad, la capacidad de decidir, a otra
persona o entidad, que de esta forma se convierte en un controlador. En este
sentido el sistema operativo de la religión es insuperable como mecanismo de
control mental efectivo. En el fondo lo que entregamos es nuestra capacidad de
crear la realidad por nosotros mismos –aunque esta también es una de las
religiones new age que se venden-. Tal vez esto se resume en la frase del
ocultista Aleister Crowley: "¿Si supieras que eres dios y que todos los
demás son igual que tú, les dirías?”. Tal vez ese sea el secreto al cual se
aferra la religión.
5.-Comida y Agua
Los sagrados alimentos hoy en
día contienen altas dosis de glutamato monosódico, fenilalanina, aspartame,
fluoruro de sodio, y cientos de otros químicos que en buena medida envenenan al
organismo humano o coartan las posibilidades de sus desarrollo. ¿Quieres abrir
tu tercer ojo y ver la red de energía que atraviesa el universo? Eso va ser un
poco difícil mi amigo, después de que has bebido toda tu vida fluoruro de sodio
del agua del grifo que provee amorosamente tu ciudad. (El fluoruro de sodio se
concentra más en la glándula pineal que en ninguna otra parte del cuerpo,
calificandola; esta misteriosa glándula, “que secreta espíritus”, según Rene
Descartes, es el portal al mundo espiritual según la mayoría de las culturas
antiguas y de los modernos místicos).
Quieres que tus hijos crezcan
sanos y fuertes y sean inteligentes como las personas que hablan en la
televisión, comprarles dulces con fenilalanina
y aspartame, delicioso desarrollo. O dales helados hechos con hormonas
cancerígenas desarrolladas por nuestros buenos amigos en Monsanto. Un mundo
transgénico, es un mundo sin hambre (sin hambre de ser)...
La industria del alimento, es
actualmente una industria de un lento veneno. ¿O tal vez esto sea un poco conspiranoico?,
¿pero quién puede negar que los alimentos industriales son perjudiciales para
la salud del ser humano y que pese a que existen numeroso estudios científicos
que comprueban esto, las autoridades no solo permiten sino fomentan la
expansión de este modo de regenerar la existencia, como comprueban los cables
de WikiLeaks en los que funcionarios de España y de Estados Unidos cabildearon
directamente en favor de Monsanto y de los alimentos genéticamente
modificados.
Uno de los grandes beneficiarios
del envenamiento del Food Inc, es Big Pharma, las grandes
farmacéuticas,corporaciones multimillonarias ligadas a los bancos y a figuras
políticas que necesitan, como si nuestra salud fuera un gadget, que
constantemente estemos generando condiciones tratables con medicamentos, un
círculo vicioso, el más oscuro Ouroboros. Han convertido a la ciencia de Hermes,
en la ciencia de Moloch.
6. Drogas
Aquí incluimos a los fármacos y
a las drogas ilegales. Por una parte tenemos la industria de los
antidepresivos, antipsicóticos, anti delirantes,
y demás sustancias usadas para tratar condiciones mentales. Estas sustancias
son recetadas indiscriminadamente a cualquiera que tenga la más vaga
anormalidad mental, justamente a todos los que no son mentalmente normales. Una
forma de uniformar criterios en la sociedad, de ofuscar a las mentes inquietas,
posiblemente brillantes y rebeldes, es darles poderosos fármacos que los
calmen, que los adormezcan en el plácido confort de no tener demonios pero
tampoco sueños. Actualmente el 25% de los niños en Estados Unidos esta bajo prescripción de alguna sustancia de
la cual se necesita una receta médica ¿Brave New World, alguien?
También es notable como algunas
drogas ilegales, como el crack han sido empujadas por el mismo gobierno y la
policía que las persiguen. Michael Rupert, ex DEA, relata como la CIA vendía
cocaína en California. A veces las drogas pueden ser usadas directamente contra
una población, como lo fue el opio en China, posiblemente la heroína con las
Panteras Negras y el crack contra grupos afroamericanos en los ochenta (se
especula que el LSD también fue promovido para acabar con algunos movimientos
cuya conciencia cristalina se enturbió con esta sustancia o para manipular a
ciertas personas como el caso de Charley Manson y su familia de asesinos, los
cuales tomaban LSD como parte de su religión sincrética).
Como dijera William Burroughs,
la histeria creada en torno a las drogas ilegales es usada para crear un estado
de control policial". Desde la época del “Reefer Madness” o de la
información relativa a las personas que brincan de edificios por el solo hecho
de tomar LSD (o el clásico anuncio que
ha pasado en todos nuestros países del niño que se ahoga porque se drogó antes o
se convirtió en un rufián por obra del diablo en la sustancia), hasta las
guerras contra el narco y la violencia que provocan las plantas, la histeria en
torno a las drogas ilegales ha sido usada –además de para financiar operaciones
ilegales dentro de los gobiernos- para incrementar la vigilancia, para hacer
necesaria una policía nacional y hasta global que tenga potestad sobre los
ciudadanos y que acceda a la información personal de los individuos como si
fuera propiedad del estado. Es una nueva versión del panóptico y es,
apoyándonos en Foucault, una forma en la que el estado incrementa su poder, a
través de la información.
7. Aire/Chemtrails
Los chemtrails o estelas
químicas son parte de una teoría de conspiración que señala que desde algunos
años los cielos del planeta están siendo rociados por varias sustancias
químicas, metales tóxicos, bacterias y hasta nanotecnología que están dirigidas
a a dañar la salud humana y hasta a alterar el código genético del ser humano.
Las ciudades del planeta estarían siendo cruzadas por estelas como pentagramas
y estrellas químicas para mantener a las masas en el déficit de su potencial.
8. Programas militares/armas
psicotrónicas
En esta categoría entrarían
programas militares en los que el control mental es visto como una estrategia
bélica o en los que se desarrollan armas de control mental.
Uno de los proyectos en los que
se trabaja es en el uso de tecnología holográfica para crear ilusiones en el
campo de batalla, como puede ser el Rostro de Alá o La Voz de Dios, utilizando
tecnología de rayos dirigidos de sonido. Por otra parte están lo que se llaman
armas psicotrónicas, las cuales están orientadas a la posibilidad de emitir
información a distancia de forma que el receptor entre en un estado mental
específico o que incluso llegue a escuchar mensajes, voces, que parecen son
propias. Programas de DARPA o de la CIA como en los que trabajó Andrija
Puharich, desarrollando dispositivos capaces de inducir experiencias de
canalización, o el mítico Blue Beam , en el que se proyectaría un rapto
holográfico y/o la llegada del Anticristo, entran en esta categoría
conspiratoria.
9. Espectro
Radioeléctrico/Frecuencias electromagnéticas
Relacionada a la categoría
anterior, en este apartado entraría desde la tecnología usada para
transmitir programas de televisión a
través del espectro radioeléctrico como antenas capaces de transmitir ondas
electromagnéticas de baja frecuencia como HAARP. Como dijera Marshal Mcluhan “el
medio es el mensaje” , en este sentido los cuadros por segundo (“el flicker
rate”) de la televisión y de las computadoras estarían diseñados para inducir la
mente a estados poco armónicos de neuro funcionamiento.
Estudios muestran que ver
televisión independientemente del contenido afecta la actividad de las ondas
cerebrales, llevando a la mente a un predominio de ondas alfa y teta asociados
con estados de pasividad. En realidad el nivel de ondas alfa que provoca la
televisión ocurre de manera natural cuando cerramos lo ojos.
La televisión sustrae a los
individuos a una dimensión mental fuera del presente como si estuviéramos
soñando despiertos, sólo que no son nuestros sueños lúcidos. El estado alfa de
receptividad pasiva en el que sume la televisión al cerebro es perfecto para la
formación de improntas, implantes inconscientes, justamente sueños ajenos que
introyectamos como nuestros.
Por otra parte tenemos la
transmisión de ondas electromagnéticas de baja frecuencia, algo que el mismo
Nikola Tesla ya había teorizado podía ser usado para afectar al cerebro humano.
"Si podemos controlar este sistema de resonancia electrónicamente, podemos
controlar el sistema mental de la humanidad", escribió Nikola Tesla.
El cerebro humano trabaja a
ciertas frecuencias , esto es lo que denominan ondas cerebrales, las cuales
tienen diferentes amplitudes y longitudes de onda. Cuando se expone a ondas
electromagnéticas, como puede serla televisión, o como puede ser el caso de la
fotoestimulación, en las llamadas máquinas mentales de luz y sonido, las ondas
cerebrales pueden mimetizar u alterar su comportamiento en relación a las ondas
que está recibiendo. Teóricamente una antena capaz de emitir ondas
electromagnéticas y rebotarlas en la ionósfera para dirigirlas a una población
podría instalar estados mentales dominantes, generar estrés o ansiedad en
millones de personas. Teóricamente las antenas del proyecto HAARP en Alaska
podrían estar emitiendo ondas electromagnéticas bajas, que además de afectar el
clima, podrían manipular el estado mental del planeta, de forma similar a un
casco de dios inalámbrico.
Por otra parte, Leonard Horowitz
cree que hemos sido víctimas de una frecuencia inarmónica en la música, debido
una conspiración orquestada por la Fundación Rockefeller, que habría
estandarizado la frecuencia de A=440Hertz como sintonía de la música comercial,
robandonos de la frecuencia más armónica de A=444Hz (C5=528Hz), la cual
aparece en la naturaleza de forma
dominante.
Otras personas teorizan que este
tipo de control de las frecuencias electromagnéticas nos alejan de la
resonancia Schuman, la frecuencia fundamental de la Tierra ubicada entre los
7.5 hertz y los 7.8 hertz, o que incluso
estarían alterando esta frecuencia a través de armas como HAARP.
Quizás la más radical de las
teorías de conspiración entre las frecuencias electromagnéticas, es la que sugiere que controlando las
frecuencias a las que somos expuestos -aunado a lo que comemos, a lo que
recibimos en el aire y a la propaganda- se crea una especie de Matrix o
programa de realidad virtual en el que vivimos. Este mundo experimentamos no
existe más que como un programa informático, holográfico al cual hemos sido
condicionados. Allá fuera está el universo, mientras nosotros vivimos en una
simulación.
Recalcamos que estas son solo
teorías y no existe, que sepamos, nada cercano a una prueba de que se está
llevando a cabo una guerra invisible de frecuencias (aunque evidentemente sería
difícil detectar esto si sí estuviera pasando, ya que estaríamos nadando en el mismo mar de frecuencias como un pez en el agua).
10. El sexo
Relacionado a la publicidad como
a la religión, el control mental a través del sexo tiene que ver con que la
energía sexual, la energía primordial que mueve al ser humano, es manipulada
por la cultura para propagar el sistema consumista y para mantener al ser
humano en un estado de baja energía.
Aunque mucho más complejo que los
anuncios de cerveza de mujeres en bikini, el sexo sirve como mecanismo cuasi
mágico para activar un deseo y asociarlo con un producto. Por otra parte a
través del deseo sexual insatisfecho, como diagnosticara Freud, la sociedad se
vuelve neurótica y hoy en día la cultura parece inculcar que todos debemos
copular con supermodelos o superatletas y evidentemente en la práctica no
sucede -aunque la cultura nos promete que si seguimos todos su pasos y
compramos todos los productos lo lograremos- por lo cual se presenta un divorcio
entre la intimidad real y la posibilidad de la sana y hasta sagrada expresión
sexual -incursionando por los caminos del éxtasis- y la fantasía procrastinante
que impera.
La Iglesia católica usó por
varios siglos al sexo como una forma de control mental, en su caso ocultando y
prohibiendo el sexo, haciendo tabú la exploración del cuerpo. De esta forma
guardándose la única copia de las llaves del cielo y manteniendo la
exclusividad como interfaz de dios.
Una sociedad sexualmente
reprimida es una sociedad mentalmente reprimida y que sub explota su potencial,
una sociedad más fácil de manipular. La mayoría de las cosas cambian para
mantenerse igual: actualmente el control mental a través del sexo se da a
través de la sobreexposición del sexo, lo que Jean Baudrillard llama lo obsceno,
el ámbito donde la pornografía “es más sexy que el sexo, y por ende lo
reemplaza” haciendo “explícito lo implícito”.
Al igual que sucede con la religión, la
sobreinformación y sobreestimulación sexual crea una enorme confusión. Al punto
de que no es que estemos excitados todo el tiempo viendo cuerpos semidesnudos
en la televisión o videos pornográficos en internet liberando la energía
libidinal creativa, es que estamos
drenando esta energía proyectándola a “fantasmas electromagnéticos”.
Si consideramos la creencia de
que durante el acto sexual se produce una unión energética y una transferencia
energética, se podría hablar de una vampirismo sexual electromagnético a escala
global. Millones de personas enviando los filamentos de energía con los cuales
podrían crear nuevos mundos a bizarras entidades catódicas, que no son
conscientes de que viven en un universo predatorial y no están en la cima de la
pirámide alimenticia. (Pijamasurf)
PUBLICADO EL 05/10/2016
POR INFOALLEN – MAIL: noticias@infoallen.com.ar