El Gobierno nacional difundió ayer los datos
finales de la prueba Aprender, que había sido tomada en octubre pasado a todos
los alumnos de 6° grado y 5° o 6° año del país.
En líneas generales, los
resultados fueron similares a los que venían dando otras evaluaciones de este
estilo, con bajo nivel de desempeño de los estudiantes argentinos en matemática
y lengua, y un alto grado de desigualdad. Aunque esta vez hubo un dato que
llamó la atención: la gran diferencia de desempeño entre los chicos que van a
escuelas estatales y privadas.
De acuerdo a los datos difundidos, el porcentaje de
alumnos secundarios que alcanzaron un buen nivel en matemática y lengua en las
escuelas privadas (el 41,4%) duplicaron al porcentaje de los que alcanzaron ese
nivel en las escuelas públicas (el 19,9%). Mientras que los que mostraron bajo
rendimiento en escuelas estatales (el 55,6%) casi duplicaron a los de las privadas
(el 30,1%). Respondieron 187.000 alumnos de escuelas públicas (el 66,5% del
total) y 132.000 de privadas (el 84%). En la primaria también hubo diferencias
entre los dos tipos de modalidades educativas, pero no tan pronunciadas.
Para el Gobierno y otros expertos consultados, la
brecha no se debe a que las escuelas privadas sean mejores, sino a que las
estatales tienen cada vez menos alumnos de niveles socioeconómicos medios que,
a medida que pueden, van migrando hacia la privada. Especialmente, en la
escuela secundaria. “Esto es lo que ha venido pasado en los últimos años. A
medida que la gente tuvo recursos se fue de las escuelas estatales y así estos
colegios se han vaciado de esa diversidad que los hacían tan ricos. Tenemos que
trabajar mucho para revertirlo”, dijo el ministro Esteban Bullrich.
Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO y
profesora de la UNLP, coincide con el diagnóstico. ”En la secundaria importan
mucho ciertos recursos que llevan los chicos a la escuela, como códigos
lingüísticos complejos y la capacidad de dialogar con conocimientos abstractos.
Esto está distribuido en forma desigual en la sociedad. Hoy las escuelas
públicas atienden a los chicos más pobres y carentes de estos recursos educativos”,
explica.
Y agrega otro factor que puede explicar los datos
oficiales. “Las escuelas privadas están más organizadas institucionalmente. Los
docentes faltan menos y, en general, están articuladas alrededor de un sentido
de pertenencia (religioso u otro). Hay que cambiar la propuesta pedagógica de
la secundaria, que está creada para principios del siglo XX. Hoy se necesitan
nuevas subjetividades, y no hay motivo para pensar que un chico de los sectores
populares no pueda insertarse en este nuevo modelo”.
Por su parte, Elena Duro, secretaria de Evaluación
Educativa del Ministerio de Educación, cuenta que desde el Gobierno están
realizando “diversos estudios para analizar las características de esta brecha,
y qué otros factores están asociados”. “Hay escuelas estatales que muestran muy
buenos resultados y eso se destaca en el informe. Pero la mejor forma de
defender la escuela pública es mostrar qué está pasando”, afirma.
De los datos que mostró Aprender, el que más
preocupa es el desempeño en matemática en el último año del secundario. El
70,2% de los alumnos no llegó a un nivel satisfactorio, apenas si pueden
reconocer algunos conceptos y resolver problemas sencillos. Mientras que el 41%
está por debajo del nivel básico: solo pueden manejar las operaciones básicas:
suma, resta, multiplicación y división.
En lengua la situación también es crítica: sólo el
53,6% de los estudiantes secundarios del último año alcanzaron un buen
desempeño. La otra mitad de los chicos tienen bastantes dificultades para
comprender un texto de relativa complejidad.
Combinando matemática y lengua, el 46,2% de los
alumnos secundarios del último año está por debajo del nivel básico en ambas
asignaturas. “Los resultados son malos. En contexto, la Argentina está cayendo
en Latinoamérica. La situación se agrava en matemática, se agrava en el
secundario y se agrava en la escuela estatal. Esa es la progresión que vemos y
sobre la que tenemos que trabajar”, dijo Esteban Bullrich.
En ciencias naturales y sociales el panorama es un
poco más alentador. El 53,6% de los estudiantes secundarios mostró un nivel
satisfactorio en Naturales mientras que el 34% un nivel avanzado en sociales.
“El gobierno anterior había tenido una política de promoción de la ciencia, los
datos muestran que cuando uno tiene políticas focalizadas las cosas mejoran”,
dijo Bullrich.
Junto a la información de Aprender el Gobierno
anunció también un proyecto de ley con reformas de largo plazo que enviarán
esta semana al Congreso. Ahora, ¿cómo se sigue? ¿Servirá esta información para
que mejoren las escuelas?
Para Gustavo Iaies, director de CEPP, el desafío
ahora es “qué hacemos con los resultados. De nada vale preocuparnos el día en
que se presentan los informes sino lo hacemos los demás días. El informe brinda
datos generales, pero los que deben entenderlos, cambiarlos a partir de mejoras
concretas, son los directores de las escuelas, aquellos que verán allí a sus
alumnos y sus dificultades”.
El Gobierno se comprometió a elaborarán informes
para las escuelas. “Cada una va a recibir, desde abril un informe con
diagnóstico y propuestas que hizo el Instituto de Formación Docente (Infod)
para mejorar la práctica de enseñanza de acuerdo a las dificultades que
tienen”, asegura Elena Duro.
PUBLICADO EL
22-03-2017
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EDUCACIÓN